Imaginemos una larga fila de personas que sale del tren en una estación de subtes. Muchas de estas personas estan vestidas de rojo, algunas de amarillo y unas pocas de blanco. En un momento el túnel por el que caminan se hace estrecho y unos carteles indicadores hacen que las de rojo vayan hacia un lado y las amarillas y de blanco hacia otro lado. Los dos túneles por los que ahora circulan se hacen aún mas estrechos y en un momento y por un instante solo puede pasar una persona a la vez hacia la salida. Luego el túnel vuelve a ampliarse. En ese lugar tan estrecho por el que pasan hay un campo magnético que los detecta uno a uno y manda una señal de que por alli paso una persona. Pero no solo la cuenta, sino que en virtud del tamaño que tiene esa persona produce un cambio mayor o menor en el campo magnético y tambien mide su tamaño. Cuando todos los que abandonaron el tren pasaron, se suma a todos los de rojo, todos los de amarillo y todos los de blanco y se saca un promedio del tamaño de cada población vestida del mismo color. Si bien esta es una simplificación tiene mucho que ver con lo que hace un contador hematológico. De esta manera cuenta y mide los rojos, blancos y plaquetas. Todo lo hace en un minuto, y cuenta alrededor de 40 millones de rojos , millon y medio de plaquetas y alrededor de 50000 blancos en un individuo normal. Luego lleva el conteo a valores por milímetro cubico de sangre e informa. El instrumento se lava completamente y espera la siguiente muestra. Pero otra cuestión es como separa las distintas poblaciones de glóbulos blancos ( neutrófilos, eos, basos, etc…) pero es motivo de otro post..
Mas arriba el principio “Coulter” que utiliza la enorme mayoría de los contadores hematológicos. Coulter fue un ingeniero químico estadounidense, que invento el primer contador hematológico a fines de los 40 del siglo pasado. La patente le fue otorgada en 1953.